jueves, 11 de diciembre de 2008

Entrevista a Juande Ramos

Vuelve a estar en boca de todos Juande Ramos, nuevo técnico del Real Madrid. He rescatado una entrevista que le hicieron hace un año y que veo conveniente exponerla aqui, en ella se analiza su metodología de trabajo. Entrenador autodidacta, con trayectoria ascendente y toda persona que lo conoce coincide en su magnífico manejo de la psicología individual y colectiva.

Algunas de sus declaraciones en la entrevista fueron estas:

“Yo intento convencer a los jugadores de que a través del equipo es más fácil conseguir las metas personales. El equipo siempre te devuelve más de lo que tú le puedas dar, aunque se lo des todo; si cada uno le da al equipo todo lo que tiene y piensa en el interés colectivo, el equipo acaba recompensándoselo. Cada uno tiene un papel que desarrollar en el seno del grupo. Es necesario entender esto para que la maquinaria colectiva funcione. El equipo es muy generoso si antes lo han sido con él. El equipo les va a ayudar, incluso a ser mejores. Así trato de convencerles e involucrarlos en la idea, en el proyecto. Intento captar el compromiso profesional de cada uno de los futbolistas para construir la idea de equipo”.

“El entrenador tiene que ser honesto y sincero. Intento ser totalmente honesto conmigo mismo y con los demás. Trato a los futbolistas con naturalidad e intento marcar una línea de conducta y de trabajo, consecuente con mis conceptos y mi forma de entender el fútbol. Intento no caer en mis propias contradicciones, digo lo que pienso y hago lo que digo. Me gusta ser claro y positivo. Si el jugador percibe confusión o duda en los argumentos de su entrenador, y más ante los malos resultados no sabe a qué atenerse y deja de creer en ti”.

“No es solo por mi forma de ser. El futbolista es el “protagonista”. Ellos son los que hacen el esfuerzo y son los que tienen que disfrutar al máximo de las victorias. Aunque también les inculco que todos debemos ceder nuestro protagonismo al equipo. Él nos hará más grandes. Yo prefiero asumir mi responsabilidad en los momentos difíciles, cuando se necesita realmente que alguien lleve el timón. Es ahí cuando me gusta aparecer ”.

“Busco que mis equipos sean eso, un EQUIPO. Y que sean realmente competitivos. Es clave SABER COMPETIR. Es fundamental que los jugadores adquieran una mentalidad fuerte, que el equipo adquiera una mentalidad de competir. Yo me he encontrado con futbolistas que tienen una mentalidad dura, ganadora y que no tienen una gran calidad como futbolistas pero llegan a ser necesarios en el rendimiento del equipo por esta mentalidad. Para mi el buen futbolista es competitivo, su talento es solidario para con el equipo y lo expresa sobretodo en los momentos de mayor dificultad. El jugador mediocre sería aquel que no sabe sobreponerse a las adversidades, sean del tipo que sean. El jugador que con su esfuerzo y sacrificio sabe entender esa competitividad compensa posibles carencias que pueda tener respecto a otro futbolista mejor técnicamente. Yo distingo rápidamente a los futbolistas que son más o menos competitivos, casi lo hago de forma intuitiva. Voy construyendo el equipo en torno a los jugadores más competitivos.”

“Yo intento ser justo siempre con el jugador, no me impresiona ni el nombre ni el curriculum. Observo cómo trabajan e intento premiar a los jugadores por su esfuerzo y por su trabajo, no por su nombre. A veces te encuentras jugadores equivocados, que no suman sino que restan y pueden destrozar al equipo. En el fondo es fácil identificarlos. Intento que cada uno compita por ir cogiendo su rol, su papel. Cada uno adquiere su rol mediante su propio trabajo y esfuerzo. Me fijo día a día en cómo entrenan, en su trabajo diario, en cómo es su aportación diaria al equipo. El que diariamente no compite no suele tener mi confianza”.

“A lo largo de mi experiencia he ido comprobando que cuando un equipo pierde ilusión por luchar por algo grande su rendimiento baja muchísimo. Cuando un equipo parece que se queda sin motivos para competir es muy vulnerable y puede ser superado con facilidad. La ilusión y la alegría en el trabajo son básicos. Variamos muchos los entrenamientos. Tratamos de combatir la rutina. Se trata de que el jugador no sepa que le espera en cada entrenamiento. Así se implica más en el trabajo. También buscamos que el jugador disfrute entrenando, razón por la que el balón tiene mucha presencia. Y aquí es importantísimo el trabajo en grupo, yo siempre intento que mis compañeros del cuerpo técnico participen en todas y cada una de las decisiones. Cuando hablo de grupo y equipo me refiero tanto al vestuario como al cuerpo técnico. Yo no puedo hacer nada sin la colaboración de mi gente”.

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